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Trabajando a distancia: Cómo manejar el agotamiento por exceso de trabajo

¿Estás tú o alguien de tu equipo teniendo dificultades para trabajar de forma remota? ¿O sientes que estás teniendo consecuencias físicas o emocionales a raíz de trabajar de manera remota?

 

En una encuesta informal que hicimos recientemente, un tercio de las personas dijeron que tenían dificultades para trabajar de forma remota. Por esta razón,este es el primero de una serie de blogs en los que analizamos las principales razones de este problema así como lo que podemos hacer al respecto.

El año pasado, en esta época, el trabajo en remoto era solo un deseo o un sueño para muchos. Ahora este sueño se ha hecho realidad, pero, para algunos, este sueño es más difícil de lo que pensábamos en un inicio. Yo he trabajado principalmente de esta manera durante más de una década y, en general, lo disfruto. Pero esto no significa de ninguna manera que no haya experimentado dificultades en el camino.

 

¿Cuáles son las principales razones por las que las personas luchan con el trabajo a distancia?

 

Existen muchas razones personales  e individuales por las que las personas pueden tener dificultades para trabajar de forma remota. Cada una de estas razones puede no ser tan importante si la analizamos de manera individual y puede por sí sola no tener un gran impacto. Sin embargo, cuando se presentan varias de estas razones en su conjunto, el impacto puede ser devastador para el bienestar y el rendimiento de las personas.

 

El problema del exceso de trabajo y el agotamiento

 

Uno de los principales problemas al que nos enfrentamos cuando trabajamos de manera remota es la facilidad en la que aceptamos una gran carga de trabajo y damos la bienvenida al exceso de trabajo y al agotamiento. Cuando, solo tenemos que dar unos pocos pasos entre nuestros dormitorios y nuestras “oficinas”, puede ser realmente difícil establecer límites.

¿Cómo resistirnos a no leer un correo  cuando escuchamos el timbre de entrada de un correo electrónico a las 21:10?

Cuando nuestra vida  personal y nuestro trabajo suceden en el mismo espacio, es fácil caer en la trampa de estar siempre «alertas» en lugar de tener una hora de inicio y finalización establecida. Y así, sin darnos cuenta, de pronto nos encontramos trabajando más horas que en la oficina.

Trabajar de manera remota significa también que no nos desplazamos para ir o regresar a la oficina, por lo que tenemos más horas disponibles para trabajar y por esto ampliamos nuestra jornada laboral de 1 a 2 horas automáticamente.

Con la falta de desplazamientos, también perdemos la oportunidad que nos brinda la transición entre el trabajo y el hogar. Recordemos que los dos «espacios» requieren diferente energía y atención. Cuando no tenemos la oportunidad de hacer esta transición, puede causar el sentimiento de estar constantemente «alertas», lo que contribuirá a sentirnos abrumados y agotados.

Otro factor a tomar en cuenta y que contribuye al agotamiento es la presión adicional que sentimos al intentar hacer nuestro trabajo en un entorno físico que no está diseñado originalmente para trabajar sino que está concebido con otro fin, es decir relajarnos, descansar y disfrutar.  De igual manera, existen procesos, reglas y normas que no han sido diseñadas para el trabajo remoto, sino para estar en una oficina.

Tenemos que constantemente adaptarnos y aprovechar al máximo la situación en la que nos encontramos. Al tener que desarrollar nuestras propias reglas, normas y hacer malabares con la situación en la que nos encontramos, puede minar nuestra energía. Esto hace que nos sintamos agotados fácilmente.

 

La solución: Establecer límites y pausas

 

No existe una solución rápida y fácil para el exceso de trabajo y el agotamiento, pero hay una serie de cosas que puedes hacer para resolver la situación y que te permiten  volver a estar en equilibrio.

 

Toma conciencia de que puedes controlar cómo respondes

 

Un error común que cometemos cuando nos sentimos agotados y con exceso de trabajo es que sentimos que la situación está fuera de nuestro control y que no tenemos más remedio que continuar de la misma manera. Si bien es posible que no podamos cambiar la cantidad de trabajo que tenemos, sí podemos cambiar cómo respondemos a la situación.

 

Establece algunos límites

 

La definición de estos límites depende del trabajo de cada uno de nosotros. Independientemente de las situación personal en la que nos encontremos, trata de establecer un horario de trabajo razonable y realista el cual que cumplas excepto cuando ocurra una emergencia. Apaga las notificaciones del teléfono y/o computadora portátil o déjalas en otra habitación. Comunica tu horario a tu superior y a tu equipo. Explica la razón de estos límites y anímalos a hacer lo mismo. Si no estableces límites y terminarás  quemado y exhausto, correrás el riesgo de sufrir consecuencias para tu salud a largo plazo lo que tendrá como consecuencia meses de baja en el trabajo. Tu bienestar es importante para ti y tiene un gran impacto para muchas personas a tu alrededor.  Es mejor para todos (especialmente para ti) si realizas cambios antes de llegar a estar agotado.

 

Toma descansos regulares

 

Establece recordatorios en tu agenda para tomar descansos regulares si es necesario. Oblígate a salir a caminar al menos una vez al día durante el horario laboral. Llama a un amigo o a un familiar. Dedica entre 10 y 15 minutos a hacer algo que te causa placer y te reconforta.

 

Piensa en la transición entre tu hogar y tu trabajo

 

¿Qué hacías cuando te desplazabas a tu trabajo? ¿Escuchabas música, podcasts o leías libros? ¿Puedes dedicar 15 minutos o si es posible un poco más para hacer lo mismo antes de empezar a trabajar o al final de tu jornada laboral?  ¿Puedes dar un paseo o hacer ejercicio inmediatamente antes o después de comenzar a trabajar?  

 

Delega trabajo o tareas

 

Si tu exceso de trabajo se debe a que tienes que hacer demasiado trabajo en muy poco tiempo, considera la posibilidad de delegar alguna tarea que consideres apropiada a otra persona de tu equipo.

 

Habla con tu gerente o con el equipo de Recursos Humanos sobre la situación en la que te encuentras

 

Aunque te sientas incómodo al hacer esto, puede que esta conversación sea mejor que  terminar sintiéndote agotado y consumido por el trabajo, lo que tendría un grave impacto en tu salud y bienestar.

 

Conclusión

 

De acuerdo a un estudio del Banco Mundial, estamos al borde de la recesión mundial más profunda desde la Segunda Guerra Mundial. Muchísimas personas han perdido sus trabajos y muchos de nosotros sentimos la presión de demostrarnos a nosotros mismos y a nuestros empleadores que estamos trabajando más duro que nunca. Sin embargo, el exceso de trabajo y el agotamiento tienen profundos problemas emocionales y de salud. Es imperativo que tratemos este problema a nivel personal, organizacional y social.

Aunque el exceso de trabajo y el agotamiento pueden parecer abrumadores y puede parecer que la situación está completamente fuera de nuestro control, es importante recordar que siempre hay algo que podemos hacer para mejorar la situación.

El trabajo es una gran parte de nuestras vidas. Una persona en promedio pasa alrededor de 90.000 horas de su vida trabajando, por lo que es fundamental que estemos sanos y nos sintamos realizados en el trabajo.

Si deseas aprovechar al máximo estas 90,000 horas en tu equipo u organización, envíanos un correo electrónico a [email protected] para programar una llamada y explorar cómo podemos ayudarte.

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Preguntas más frecuentes

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