Hace poco tuve una llamada con una persona que me comentaba que había dejado su trabajo después de 15 años. Básicamente era la empresa que la había formado profesionalmente y en la que ella había crecido y desarrollado profesionalmente a lo largo de su vida laboral. Empezó casi al acabar su carrera y después de 2 hijos, muchas promociones, varias re estructuraciones corporativas, cambios de cultura y cambios de jefes, ella decidió tomar a sus 40 años este paso. Su salida la negoció de tal manera que se sentía muy cómoda con su acuerdo económico. Lo que siempre es tranquilizante.
Cuando ella me llama ya han pasado 4 meses desde que dejó su compañía y me llama porque se arrepiente de haber tomado esta decisión. Y no entiende qué es lo que la motivó a dar este paso. ¿Qué pasó? Pasó lo que pasa cuando hacemos algo por mucho tiempo. Y en el trabajo esto pasa mucho más a menudo de lo que creemos.
Analicemos cuales son las principales teorías psicológicas que hace que a veces tomemos decisiones de las que a veces nos podemos arrepentir y de las que tenemos que estar concientes de como juegan un papel relevante en la visión que tenemos de nuestros trabajos.
La teoría de la Adaptación hedonista
La teoría de la adaptación hedonista es la tendencia observada de los humanos a regresar rápidamente a un nivel emocional relativamente estable a pesar de cualquier evento positivo o negativo o cualquier cambio en la vida. Lo que nos quiere decir esta teoría es que después de una exposición repetida a los mismos estímulos que producen ciertas emociones, tendemos a experimentar menos estas emociones. En pocas palabras, nos acostumbramos a las cosas buenas que nos suceden y a través del tiempo las dejamos de ver. Si, por ejemplo, mi trabajo me ofrece fruta todos los días, después de cierto tiempo este beneficio lo dejaré de ver o apreciar. Será tan común y normal como cualquier cosa que mi trabajo me pueda ofrecer.
Lo gracioso es que cuando nos quiten la fruta entonces la extrañaremos y cuando la tengamos de nuevo la volveremos a apreciar. Si bien la adaptación hedonista proporciona una resistencia sin igual y nos mantiene siempre en la búsqueda de cosas más grandes y mejores, también nos hace estar constantemente insatisfechos. Dejamos de ver todo lo positivo y empezamos a quejarnos. Por lo tanto, es un imperativo psicológico luchar contra la adaptación hedonista si queremos maximizar nuestro bienestar y por ende las posibilidades y beneficios que existen en nuestros trabajos.
La teoría del sesgo cognitivo y las falacias narrativas (Daniel Kahneman – Thinking Fast and Slow).
Somos mucho menos racionales y mucho menos correctos en nuestros pensamientos, juicios y percepciones de lo que nos gustaría pensar o darnos crédito. Todos sufrimos de sesgos cognitivos. El sesgo cognitivo es una limitación en el pensamiento objetivo causada por la tendencia del cerebro humano a percibir información a través de un filtro de experiencias y preferencias personales. Los humanos nos engañamos constantemente construyendo historias endebles las cuales creemos que son verdaderas. Tendemos a exagerar la consistencia de nuestros juicios, buenos y malos. La mayoría de las historias que nos contamos sobre nuestro trabajo son en gran parte ilusorias. Por ejemplo, yo escucho muchas veces a personas decir “¡Odio mi trabajo!” y lo que realmente pasa es que tuvimos un argumento con nuestro jefe, pero no por este argumento TODO nuestro trabajo es negativo y detestable. Puede ser que necesito mejorar la comunicación con mi jefe pero no necesariamente necesito cambiar mi trabajo porque puede haber otras cosas que realmente aprecio y me gustan de mi trabajo. Para poder pensar claramente sobre el futuro, necesitamos ajustar el lenguaje que usamos a la hora de etiquetar las creencias que teníamos en el pasado. Estamos convencidos que el Barómetro de Salario Emocional es una excelente herramienta para hacer exactamente eso.
Sesgo de la Negatividad
El sesgo de negatividad, o efecto de negatividad, es la tendencia a darle mayor importancia a aspectos negativos de un determinado evento, persona o situación. Es el hecho de darle más relevancia a los estímulos negativos por encima de aquellos que puedan ser positivos o neutrales. Este fenómeno psicológico también ha sido llamado asimetría positividad-negatividad y repercute de forma muy significativa en nuestra vida diaria. Cualquier experiencia negativa que tengamos en el trabajo tendrá siempre más peso que todo lo positivo que puede ser que también nos rodea en el trabajo. Pensemos en aquel día en el trabajo donde algo no funcionó tan bien como hubiéramos deseado. Para la mayoría de las personas, este evento teñirá toda mi experiencia en el trabajo. Es como una gota de tinta china en una jarra de agua limpia. Como todos sabemos, con una gota de tinta china, toda el agua se pondrá gris.
Las múltiples investigaciones y estudios en psicología positiva nos indican que cuando somos conscientes de lo que tenemos creamos más éxito en todos los aspectos de nuestras vidas (bienestar, relaciones, optimismo, salud física y mental, autocontrol, etc.). Es decir, cuando somos conscientes de lo que si tenemos y apreciamos sirve como antídoto a la adaptación hedonista y de los sesgos cognitivos que hablamos anteriormente. De hecho, cuando hacemos un ejercicio y nos tomamos el tiempo para considerar y valorar lo que tenemos, estamos revaluando lo que tenemos y surgen en nosotros nuevas posibilidades que nos llevan a una mayor satisfacción y, por lo tanto, a un mayor éxito.
¿Cómo puedo adquirir conciencia de mi Salario Emocional en mi trabajo actual?
Puedes realizar el Barómetro de Salario Emocional para tener una visión objetiva y clara de tu Salario Emocional en tu trabajo actual. Al hacerlo tendrás tus resultados personalizados así como un plan de acción individual que te ayudará a dar los primeros pasos y así tomar una decisión consciente acerca de tu futuro laboral.
Una forma sencilla también de conocer tu Salario Emocional es coger un bolígrafo y un papel y anotar todos los beneficios emocionales que obtienes del trabajo. Si te cuesta pensar en algunos, echa un vistazo a los 10 factores que conforman el Salario Emocional y piensa en cómo se relacionan con tu trabajo. Aquí tienes algunos ejemplos más concretos para darte algunas ideas:
- Viajar a distintos países y visitar lugares que normalmente no visitaría, lo que me ayuda a aprender y crecer como persona;
- Trabajar con gente con la que me llevo muy bien así como tener grandes conexiones sociales con personas que de otro modo no habría conocido;
- Ayudar a nuestros clientes a resolver sus problemas, lo que, a su vez, les hace la vida más fácil, así que sé que estoy marcando la diferencia en la vida de muchas personas;
- Tener una estructura durante el día que me permite tener un contexto laboral así como desarrollar mis fortalezas, talentos y habilidades.
Para que sirve tomar en cuenta el Salario Emocional cuando piensas dejar tu trabajo
Uno de los principales objetivos que tuvimos al realizar un estudio en profundidad sobre lo que era el Salario Emocional, analizar los factores que lo componen y desarrollar una herramienta que posibilite a las personas, equipos u organizaciones a ver todos aquellos factores que también perciben del trabajo es ayudar a las personas, líderes y organizaciones a tener una visión más completa de sus trabajos y lo que el trabajo puede aportar en términos que van más allá del económico. El objetivo es permitirles tener la posibilidad de explorar, medir, analizar estos otros aspectos del trabajo que no son tan obvios pero que tienen un profundo impacto en nuestro sentir en el trabajo, en nuestro desempeño, motivación, implicación y en la manera en que nos relacionamos cuando estamos en él.
Al hacer este análisis y esta exploración permite tanto a las personas como a los lideres u organizaciones a tener claridad y poder ver el trabajo en todas sus luces, sombras y colores. Es decir, en todas sus dimensiones: la social, personal, profesional y transcendental. Y, al hacerlo aprender a crear soluciones y estrategias conjuntas que permitan a todos crecer. Al tener esta nueva visión del trabajo adquirimos no solo una nueva visión del trabajo sino también hace que nuestro rol y nuestra participación en él sea mucho más pro activa y humana e integral.
Pasa a menudo cuando nos sentimos frustrados o agobiados en el trabajo vemos solamente una cara de la moneda. Nuestro cerebro toma un atajo cognitivo (el sesgo cognitivo que hablamos anteriormente) y nos da la solución más sencilla pero que a menudo no es la mejor para nosotros. Es como si viéramos el trabajo bajo una sola dimensión y dejamos de ver todas las demás facetas que conforman el trabajo y que tienen también un fuertísimo impacto en nosotros. Por ejemplo, en el caso de mi amiga su sensación era que “le faltaba algo”. Al realizar el Barómetro de Salario Emocional a posteriori se dio cuenta que realmente el factor que echaba más en falta era el de Inspiración. Específicamente lo que ella sentía era que en su trabajo había dejado de conectar con personas que le transmitían un sentimiento de esperanza, posibilidad y oportunidad. Ella me comentó que al saber que era ese factor lo que echaba en falta le pudo dar nombre y voz a su sentir y si lo hubiera sabido antes hubiera podido tomar acciones necesarias para poder darle una nueva vuelta a su trabajo.
Cuando nosotros le damos un lenguaje a aquellos aspectos que sentimos y que son importantes y necesarios para nosotros y al poder analizarlos y medirlos podemos entonces ser más pro activos a la hora de tomar las acciones necesarias, así como crear oportunidades para solucionarlo. Esto lo veo una y otra vez en mi trabajo.
El análisis de tu Salario Emocional no cambia tu trabajo, lo que cambia es tu perspectiva de él y te abre el espectro de posibilidades para actuar y te invita a ver oportunidades de la gestión de él. Tanto a nivel individual como de líder de equipos u organización.
Como líderes al tener esta visión más integral de la relación laboral nos abrimos a la co creación, a la escucha activa y a la constante generación de ideas que permiten no solo la realización de objetivos corporativos sino de crear lugares de trabajo donde las personas sientan que el tiempo que pasan en el trabajo es un tiempo bien invertido para todos.
¿Quieres dejar tu trabajo? No tomes ninguna decisión sin antes haber realizado el Barómetro de Salario Emocional
El Barómetro de Salario Emocional te ayuda a tener una perspectiva objetiva de todos aquellos beneficios no económicos que recibes de tu trabajo y que tal vez no te has puesto a pensar que los recibías porque nunca los has considerado ni tomado en cuenta y es justo cuando ya no los tienes que puedes empezar a añorarlos. Toda nuestra vida hemos sido condicionados y entrenados a ver el trabajo con un solo fin y es el económico. Con esto, no quiero decir ni indicar que el aspecto económico no es importante. Al contrario, es vital, esencial y necesario. Sin embargo, hay ciertos aspectos de nuestros trabajos que no nos damos cuenta que los percibimos porque no hemos sido entrenados a verlos, no tenemos lenguaje para ello y por lo mismo no somos concientes de ellos y por ende, no los vemos. Estos aspectos son igualmente importantes y necesarios que el aspecto económico y hacen que el día a día de nuestro trabajo y el tiempo que invertimos en él sea algo que sea valioso y que sintamos que es un tiempo bien invertido y que nos aporta un valor que va más allá del aspecto económico.
Al realizar el Barómetro de Salario Emocional, podrás ver exactamente qué aspecto o aspectos echas en falta. Y realmente ver y explorar oportunidades que te permitan actuar
Una nota final
Recordemos que todo centro de trabajo es, o debería de ser, una comunidad humana que se ha reunido con la intención de atender una necesidad y para ello genera y desarrolla un servicio o producto para ello. El salario económico es la retribución física a la persona por dedicar parte de su tiempo, parte de su vida a contribuir a la colaboración de la generación y desarrollo de dicho servicio o producto. Pero no olvidemos que el fin debe de ser siempre la persona y su desarrollo. Los 10 factores del Barómetro de Salario Emocional deben de ser parte obligatoria cuando hablamos del trabajo. Debe de ser parte de nuestra cultura, de nuestras estrategias, de nuestras evaluaciones anuales, de nuestro liderazgo, de nuestras comunicaciones de desarrollo y de nuestra política de gestión de personas. Ya no podemos ni debemos de permitir dejar de tomarlas en cuenta en esta nueva era del trabajo.