En el entorno laboral, a menudo experimentamos emociones incómodas que no siempre sabemos de dónde provienen, pero que tienen un impacto real en nuestro bienestar, desempeño y vida personal. En nuestra investigación sobre el Salario Emocional, hemos descubierto que estas emociones están conectadas con la carencia de ciertos factores clave en nuestro trabajo. Ser conscientes de estas emociones y su causa es el primer paso para abordar lo que necesitamos para sentirnos más plenos y motivados. Toda emoción refleja una necesidad. A menudo, las emociones incómodas que percibimos en el trabajo señalan deseos o necesidades insatisfechas. Al entender estas necesidades, podemos responder de forma adecuada.
El Barómetro de Salario Emocional y sus 10 factores nos ofrecen un marco integral para comprender qué es aquello que desencadena estas emociones y cómo podemos mejorar nuestro bienestar.
¿Qué es el Salario Emocional?
El Salario Emocional se refiere a los beneficios no económicos que obtenemos de nuestro trabajo y que influyen directamente en cómo nos sentimos en el día a día. Estos beneficios, aunque no son emociones en sí, provocan respuestas emocionales que impactan nuestro comportamiento y rendimiento. Cuando echamos en falta ciertos factores del Salario Emocional —importantes para nuestra situación personal actual—, se manifiestan en emociones incómodas. Las emociones juegan un rol crucial en nuestras vidas, influyendo en cómo pensamos, actuamos y nos relacionamos con los demás, especialmente en el trabajo, donde pasamos gran parte de nuestra vida adulta.
¿Cómo se manifiestan las emociones en el trabajo?
Las emociones que experimentamos en el trabajo pueden ser indicativas de carencias en nuestro Salario Emocional. Por ejemplo, si te sientes frustrado o resignado, puede que te falte Autonomía. Si sientes soledad o desconexión, probablemente falte Pertenencia. A través de nuestras investigaciones, hemos identificado cómo estas emociones están directamente relacionadas con los 10 factores del Barómetro de Salario Emocional.
Ejemplos de emociones y su conexión con los 10 factores del Barómetro de Salario Emocional:
- Autonomía: Sentimientos de resignación, desánimo o frustración pueden indicar una falta de libertad para tomar decisiones o gestionar tu propio trabajo. Reflexiona sobre qué aspectos de tu rol podrías gestionar de manera más independiente.
- Pertenencia: Emociones como dolor, pena, soledad o desconexión pueden señalar que te sientes aislado o poco valorado en tu equipo. Fortalece las relaciones laborales mediante interacciones más auténticas con tus compañeros.
- Creatividad: Aburrimiento o frustración suelen estar relacionados con la falta de oportunidades para innovar. Busca formas de aportar soluciones creativas en tus proyectos o tareas.
- Dirección (Visión Profesional): Angustia, estrés o ansiedad pueden reflejar una falta de claridad en tu rumbo profesional. Reevalúa tus metas a largo plazo y discútelas con tu líder.
- Disfrute: Sentir tristeza, rechazo o disgusto puede indicar falta de satisfacción en las tareas diarias o en las interacciones laborales. Identifica lo que más te motiva y busca formas de integrarlo en tu rutina de trabajo.
- Inspiración: Si sientes decepción o desánimo, puede faltar inspiración en tu entorno laboral. Busca proyectos o personas que te motiven y te conecten con un propósito mayor.
- Maestría: El malestar o la sensación de rutina pueden indicar la falta de oportunidades para mejorar tus habilidades. Pide retos que te permitan seguir desarrollándote profesionalmente.
- Crecimiento Personal: Inseguridad o invisibilidad pueden reflejar la ausencia de oportunidades para fortalecer tus capacidades personales. Incorpora actividades que promuevan tu desarrollo personal dentro de tu rol.
- Crecimiento Profesional: Si experimentas frustración o baja autoestima profesional, es posible que no estés avanzando en tu carrera. Busca oportunidades de crecimiento y reconocimiento en tu entorno laboral.
- Propósito: Sentimientos de apatía o hastío pueden señalar una desconexión con el sentido profundo de tu trabajo. Reflexiona sobre el impacto de tu trabajo en tu vida y en la de los demás.
Cómo tomar acción:
El primer paso para mejorar tu Salario Emocional es identificar las emociones que experimentas. Una vez que reconozcas qué factor está afectando tu bienestar, puedes tomar acciones concretas, como hablar con tu líder, ajustar tu forma de trabajo o buscar proyectos que te permitan crecer. Un buen ejercicio es subrayar las emociones que experimentas de acuerdo con los ejemplos mencionados, para así identificar el factor sobre el cual debes actuar.
El papel clave de los líderes:
Es esencial que los líderes tomen la iniciativa de crear espacios donde estas conversaciones sobre Salario Emocional sean posibles. Fomentar una cultura de transparencia y apoyo emocional fortalece las conexiones entre los miembros del equipo y permite identificar áreas de mejora que impactan directamente en la motivación y el rendimiento. Si tienes un rol de responsabilidad, reflexiona sobre cómo puedes integrar estos espacios de diálogo en tu liderazgo y cómo tu equipo puede obtener resultados tangibles como consecuencia de ellos.
Conclusión:
Reconocer las emociones que experimentamos en el trabajo nos da una brújula para mejorar nuestro bienestar laboral. A través del Salario Emocional, podemos identificar qué necesitamos mejorar y cómo hacerlo. Las emociones incómodas reflejan nuestras necesidades insatisfechas, y entenderlas nos permite darles respuesta. ¿Qué emociones estás sintiendo hoy en tu trabajo, y qué factores del Salario Emocional podrían estar influyendo en ellas?